Las diferencias que debes conocer en sostenibilidad
En el mundo de la sostenibilidad se utilizan muchos términos que, aunque parecen similares, en realidad no significan lo mismo. Esto puede generar confusión y, en ocasiones, llevarnos a usar las palabras de manera incorrecta. Aclarar estos conceptos es fundamental para comunicarnos mejor y para tomar decisiones más responsables, ya sea como consumidores o como profesionales del sector de los eventos.
A continuación, explicamos de manera sencilla algunas de las diferencias más importantes:
Aunque ambos conceptos pueden ir de la mano, no significan lo mismo: un producto puede ser bio sin ser necesariamente eco, y viceversa.
Todo lo compostable es biodegradable, pero no todo lo biodegradable es compostable.
De esta forma, un producto vegano no necesariamente es PETA Approved, pero uno con este sello sí es siempre vegano.
De esta forma, el compost cierra el ciclo de los restos orgánicos y se convierte en un recurso en lugar de un residuo.
Es importante tener en cuenta que no existe un producto 100% sostenible. La sostenibilidad es un camino, no una etiqueta. Por eso, lo correcto es hablar de las características sostenibles que puede tener un producto: reciclable, reutilizable, compostable, de bajo impacto, fabricado con materiales locales, etc.
Más que poner una etiqueta genérica, lo valioso es explicar qué cualidades concretas hacen que algo sea más responsable con el medio ambiente.
Usar bien estos términos es más que una cuestión de vocabulario: es una forma de generar conciencia, evitar el greenwashing y construir un lenguaje común que nos ayude a avanzar hacia prácticas más responsables.
Porque la sostenibilidad empieza también por cómo la nombramos.