
La CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) es una normativa europea que marca un antes y un después en cómo las empresas comunican su sostenibilidad. Fue aprobada por el Parlamento Europeo en diciembre del 2022 y entró oficialmente en vigor en enero de 2023 en España. Su objetivo es muy claro: que las empresas no solo hablen de sostenibilidad, sino que la demuestren con datos reales, medibles y verificables. Esta directiva sustituye a la anterior NFRD (Non Financial Reporting Directive) que consiste en una directiva que viene de la Unión Europea a través de la cual se busca que las empresas divulguen información sobre su impacto en temas ambientales, sociales, derechos humanos y gobernanza, por lo tanto se amplía de forma notable el número de organizaciones que deben presentar informes de impacto ambiental, social y de buen gobierno (ESG) (Environmental, Social and Governance).
¿Y qué exige exactamente? Que las compañías informen, con total transparencia, sobre cuestiones como sus emisiones de CO₂, consumo de energía y agua, gestión de residuos, derechos humanos, condiciones laborales, igualdad, diversidad o cadena de suministro. Ya no vale solo con tener buenas intenciones o lanzar mensajes inspiradores: ahora hay que medir, justificar y reportar. Además, esta información deberá ser auditada, igual que lo son las cuentas financieras.
Mucho más de lo que parece. Los eventos corporativos, congresos o ferias también generan impacto y forman parte de las actividades que las empresas deben reportar. Por eso, medir su sostenibilidad empieza a ser una necesidad, no solo una buena práctica. Aquí es donde plataformas como Bluease ayudan a empresas y organizadores a registrar datos reales de sus eventos (residuos, movilidad, energía, proveedores locales…), analizarlos y transformarlos en informes útiles para cumplir con normativas como la CSRD.
En resumen, la CSRD no es solo una obligación legal: es una oportunidad para que las empresas comuniquen con transparencia, ganen credibilidad y construyan proyectos más responsables. Y en ese camino, medir bien es el primer paso para mejorar.